Amigos de una taza de te

Respuestas de una taza de te

Si alguien te hace un regalo y tu no lo aceptas, ¿a quién pertenece ese regalo?.

Despues de beber de dar un sorbo a tu taza de te, es casi seguro que responderas; -A quién quiso darmelo

-Pues es lo mismo con el desprecio, y los insultos recibidos, cuando no son aceptados continúan perteneciendo a quien los hacen

A quien pueda interesar

Feliz año amigos!!

Sirva este contacto para desearles y venturoso año 2011 y espero que sus éxitos se les multiplique.

En esta oportunidad nos comunicamos con ustedes en la oportunidad de extenderles un beneficio exclusivo a los seguidores del blog. 

Félix Gil, el director de la revista española especializada en gastronomía www.elgastronomico.es nos ha ofrecido una suscripción anual a cada uno de nuestros seguidores sin cargo alguno. He revisado la revista y me parece interesante para ampliar nuestros conocimientos por lo que les recomiendo suscribirse.
Si toman la decisión de hacerlo escriban un correo electrónico  elgastronomico@activitasmedia.com a con el título.  ALTA EN EL MAGAZINE EG, (Código de Promoción: elgourmeturbano).

Saludos amigos y espero que este beneficio les premie su fidelidad


Atentamente


Luis Enrique Blanco
El Gourmet Urbano

lo cualo

Que bueno y que pronto
Dijo la tonta al tonto

...¿el que?
¿el te?...

Para explicar los Reyes Magos

Los Reyes Magos son verdad   

 Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escucharle como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:
 - ¿Papa? 
 - Sí, hija, cuéntame
 - Oye, quiero... que me digas la verdad 
 - Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido
 - Es que... -titubeó Blanca
 - Dime, hija, dime.
 - Papá, ¿existen los Reyes Magos?    

El padre de Blanca se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro  tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
 - Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?
 La nueva pregunta de Blanca le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:
 - ¿Y tú qué crees, hija?
 - Yo no se, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso. 
 - Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...
 - ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!
 - No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que  existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de  Blanca .
 - Entonces no lo entiendo. papá.

- Siéntate, Blanquita, y escucha esta historia que te voy a contar  porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el
  padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.
 
 Blanca se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:
 
 - Cuando el Niño Jesus nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor,
 dijo:  - ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
 - ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.
 Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:
 - Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.
 Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:
 - Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros  regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme:
 ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños? 
 - ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas.
 Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño  que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero. no podemos tener tantos pajes., no existen tantos.
 - No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo. 
 - ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.
 - Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños? -preguntó Dios.
 - Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.
 - Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños? 
 - Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más entusiasmados los tres.
 - Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres? 
 Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que  Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír:
 - Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y,  alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.
 
 Cuando el padre de Blanca hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:
 - Ahora sí que lo entiendo todo papá.. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.
 
 Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía:
 - No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero para compraros un Te bueno.
 
 Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres  Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.
  

 Por cierto, echa de tu casa a ese barbudo y gordo impostor de rojo, es un invento de la Cocacola!!! 

DALE VIDA A LOS SUEÑOS

Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
nunca los confundas con realidades vanas.
Aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.

Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.

Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás tu cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.
Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despiertos.
Mario Benedetti